• Miercoles, 14 de Julio 2021
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Para lograr un liderazgo que moldee una cultura saludable, con bienestar y productividad es necesario dotar a ese proceso de tres atributos: racionalidad, emocionalidad y moralidad.

En la actualidad, frente a la coyuntura económica y política que vivimos,  y debido a los tiempos de pandemia, las organizaciones se ven obligadas a reinventarse, a cambiar y a ser resilientes para mantener el logro de sus objetivos. Para ello, José Antonio Espinoza, profesor e investigador de los programas MBA de Centrum PUCP, destaca que la necesidad más apremiante en toda organización es fomentar un liderazgo cuyo poder se sustente en la persuasión, no en la coacción. Se puede construir así una cultura sana, positiva y sostenible, con la capacidad de mover hacia comportamientos consistentes y obedeciendo a valores ampliamente compartidos. La clave está en poner en marcha en la organización tres aspectos que traspase todo proceso, toda decisión, toda acción: racionalidad, emocionalidad y moralidad.

La necesidad más apremiante en toda organización es fomentar un liderazgo cuyo poder se sustente en la persuasión, no en la coacción”

Destaca el profesor José Antonio Espinoza que, para la formación de una cultura saludable, esta depende de un liderazgo que se sustente en la persuasión. Esto es, en el convencimiento genuino para que el grupo siga ese liderazgo y lograr la visión prometida. Los resultados que se obtengan en ese proceso irán a su vez moldeando la cultura. Moldear la cultura significa que todos compartan, se respeten y vivan un conjunto de valores comunes, visibles, auditables.

La clave está en poner en marcha en la organización tres aspectos que traspase todo proceso, toda decisión, toda acción: racionalidad, emocionalidad y moralidad”.

El profesor José Antonio Espinoza, de los programas MBA de Centrum PUCP destaca que para persuadir hacia esos comportamientos en tu organización se debe entender e incorporar tres conceptos claves, conceptos que vienen desde Aristóteles:

El primero es la racionalidad: Se debe saber presentar argumentos lógicos, reconocer los inevitables sesgos cognitivos, cuidarse de las falacias, esto es, practicar un pensamiento crítico. Esto se hará tangible en las formas de encarar un problema, en la toma de decisiones y hasta en la anhelada “transformación digital”.

El segundo es la emocionalidad: Se deben reconocer y gestionar las emociones, o más ampliamente, los eventos afectivos. Comenzando quizás con lo que se denomina la “labor emocional”. Se llama  así al esfuerzo que tenemos que hacer al ejecutar un servicio para mostrar al cliente una expresión amable, a contener posibles reacciones de fastidio o de justa contrariedad. También la emocionalidad está presente al buscar el bienestar y la felicidad. Hoy en día el manejo de la afectividad, de emociones, sentimientos y estados de ánimo es lo más importante en cualquier organización, incluyendo a la familia.

El tercer concepto clave es la moralidad: Se deben seguir los valores escogidos, y su correlato, los principios, y así tener presente la moral y la ética. En general son las creencias que ponemos en acción al considerar lo que es correcto o incorrecto. La moralidad expuesta y vivida, a su vez fundamenta, la confianza de los liderados hacia quién pretende dirigirlos.

Racionalidad, emocionalidad, moralidad, tres caras de una misma moneda.

Conoce al profesor José Antonio Espinoza.

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AUTOR

José Antonio Espinoza

josea.espinoza@pucp.edu.pe

El profesor Espinoza es Doctor(c) en Administración Estratégica de Empresas de la Pontificia Universidad Católica del Perú, además de contar con un título de Master of Philosophy otrogado por la Maastricht School of Management en Países Bajos. Asimismo, ha obtenido el grado Magíster en Administración Estratégica de Empresas de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Complementado su formación, es Bachiller en Ciencias de Ingeniería con mención en Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Ingeniería, Perú. Ha realizado estudios de posgrado en Análisis de Sistemas en la Pontificia Universidad Católica del Perú, así como en el IBM Systems Research Institute en Brasil y en el IBM Advanced Business Institute en Palisades, EE.UU. Además, ha recibido entrenamiento en la facilitación de talleres sobre Inteligencia Emocional por TalentSmart Inc. en Estados Unidos y posee un Certificado en la aplicación e interpretación del Perfil de Personalidad por los 5 Grandes Factores por el Center for Applied Cognitive Studies, también en Estados Unidos. Su formación se ha complementado con la participación en el Colloquium on Participant Centered Learning del Programa CPCL en el Harvard Business School, Estados Unidos.

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