• Lunes, 17 de Julio 2023
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Orazio Parodi
Profesor de la Maestría de Gestión de Tecnologías de Información, Centrum PUCP

Todo comienza con un sueño: la mente humana tiene una capacidad infinita de imaginar y de crear. Y todo lo que vemos a nuestro alrededor que no es producto de la naturaleza fue alguna vez un sueño creado en alguna mente humana. Absolutamente todo. Ahora bien, cuando pasamos del sueño a la acción es que ocurre la verdadera innovación, cuando lo imaginado se vuelve realidad. Y esa realidad es a su vez es el insumo para un nuevo sueño, una nueva creación.

La innovación, en su esencia, se refiere a la capacidad humana de generar nuevas ideas, procesos o productos que aporten valor y abran nuevas posibilidades. Desde los albores de la humanidad, la innovación ha sido el motor que ha impulsado el desarrollo y el progreso. Y esa innovación cuando es estudiada y entendida se convierte en una tecnología, en un conocimiento aplicado que beneficia a la sociedad.

Pensemos un momento en el avance que tuvieron las sociedades primitivas cuando descubrieron el fuego, y que con su uso pudieron migrar a zonas más frías, protegerse del entorno y dominar a los metales. Y con los metales pudieron fabricar armas y herramientas, que a su vez les permitieron expandirse y ocupar el mundo. La observación y el entendimiento de la naturaleza, junto con la imaginación, dieron lugar a tecnologías cada vez más complejas y sofisticadas que se fueron desarrollando sobre las tecnologías anteriores, convergiendo y creando nuevas posibilidades. Así hasta nuestros días, con internet, inteligencia artificial y realidades virtuales.

Hoy la tecnología ha evolucionado hasta permitirnos crear un universo virtual, donde se custodia y comparte nuestro conocimiento, donde nos comunicamos y relacionamos de manera ubicua, y donde el valor se crea a partir de bytes de información y no de átomos de materia como era antes. Es la llamada nueva economía, la transformación digital del mundo.

Le pregunto a mis alumnos: ¿Cuánto vale tu teléfono celular? Unos cuantos cientos de dólares por los átomos de materia. ¿Y lo que contiene, tus contactos, mensajes, fotos y archivos de datos? Eso es otra cosa, la información en forma de bytes vale millones y es muy personal, nadie más la tiene igual.

Es interesante observar cómo las tecnologías de información –esas que crean y custodian nuestros bytes de valor- también nos permiten imaginar y crear nuevas realidades, y luego plasmarlas en nuevos procesos, productos y servicios. Un círculo virtuoso de innovación pura.

La tecnología ha actuado como un catalizador extraordinario, acelerando el ritmo de la innovación y amplificando su impacto en todos los ámbitos de la vida. Además, ha permitido democratizar el acceso al conocimiento y a los recursos. El internet permite un mundo interconectado y digitalizado, donde las ideas pueden propagarse rápidamente y las barreras para su implementación se reducen drásticamente. Más innovación.

La tecnología también ha permitido la aparición de nuevos paradigmas en la forma en que aprendemos, trabajamos, nos divertimos y comunicamos. Desde la medicina hasta la agricultura, desde la educación hasta la manufactura, la tecnología ha desencadenado una revolución en la forma en que abordamos los problemas y desarrollamos soluciones de forma innovadora. Así, la innovación y la tecnología pueden ayudarnos a resolver algunos de los desafíos más urgentes de nuestra era, desde el cambio climático hasta la desigualdad social. Pero también debemos estar atentos a los posibles impactos negativos y garantizar que la tecnología se utilice de manera ética y responsable.

En resumen, la innovación y la tecnología están hoy intrínsecamente ligadas, alimentándose mutuamente y moldeando nuestro futuro como especie y como sociedad. Juntas, tienen el poder de transformar industrias, mejorar la calidad de vida de las personas y catalizar cambios sociales significativos. La curiosidad y la disposición a abrazar lo desconocido son la clave para desbloquear todo su potencial. Así que sigamos explorando, experimentando y desafiando los límites, porque solo a través de la innovación y la tecnología podremos trazar el camino hacia un mañana mejor.

Artículo publicado en la revista Stakeholders. Descarga el artículo publicado aquí

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