- Viernes, 01 de Enero 2021
La nueva normalidad y el teletrabajo nos retan a ser productivos y una óptima administración del tiempo es la base para el equilibrio personal, emocional y laboral.
En diferentes reuniones virtuales que participo desde inicios de la COVID-19 observo que se ha instaurado una nueva forma de saludo y sociabilización, es frecuente en la antesala a las reuniones el hacer catarsis sobre lo saturado del trabajo que estamos realizando desde casa o la cantidad de horas adicionales que estamos trabajando o todas las cosas que estamos dejando de hacer por tener recargadas nuestras agendas. Me pregunto ¿realmente estamos trabajando más? o ¿será que no estamos utilizando correctamente, o al menos productivamente, el tiempo que estamos en casa?
Es indudable que una coyuntura de esta naturaleza y sin precedentes como la COVID-19 nos deje muchas tareas tanto estratégicas como operativas por hacer; también es probable que debamos ajustar nuestras formas de trabajo, que tampoco tienen precedentes. Sea cualquiera el motivo por el cual “nos falta tiempo”, les dejaré algunos tips para un mejor manejo durante el trabajo remoto, o ya iniciando labores presenciales en la nueva normalidad:
1.- Separa el día en tres grupos de actividades: responsabilidades, obligaciones y gustos
Resulta que nuestro cerebro funciona como lo haría WAZE, necesita información correcta para llegar de la manera óptima al objetivo trazado. Necesita refuerzos positivos, y saber que existen espacios de disfrute, para así conducirnos a nuestras responsabilidades y obligaciones con la mejor actitud. Saltar entre estas tareas de forma ordenada y responsable nos ayuda a equilibrar nuestras emociones durante el día.
2.- Identifica claramente los roles, cuáles son esos roles que tenemos a lo largo del día y establece tiempos para cada uno de ellos. Todos nuestros roles son importantes, todos tienen un peso específico, busquemos que ese peso sea proporcional al tiempo que invertimos en cada uno de ellos.
3.- Busca realizar actividades estratégicas, prioritarias, o que demandan lo mejor de nuestras capacidades, el “momento Einstein”, ese tiempo del día donde nos sentimos físicamente bendecidos, con claridad mental, con energías y donde salen las mejores ideas. Identifiquemos este momento cuando llegue y aprendamos a sacarle provecho.
4.- El uso de una agenda y sus herramientas de seguimiento de tareas son imprescindibles. Inclusive agendar los espacios donde es necesario realizar trabajo individual que exige concentración y dosis de individualismo.
5.- Trabaja intensamente en lo que demanda mucho esfuerzo y nos regala alto impacto; prioriza también las actividades que demandan poco esfuerzo, así el impacto no sea tan alto, estas son las pequeñas victorias que se requieren para capturar energía y salir adelante. Descarta de inmediato aquellas actividades que demandan mucho tiempo y aportan poco valor.
6.- Usa la tecnología todo lo que puedas para reemplazar aquellos espacios físicos o actividades manuales o repetitivas, que funcionan como pequeños ladrones de nuestro tiempo.
7.- Organiza tu espacio de trabajo, ordénalo, decóralo, y busca convertirlo en tu espacio de inspiración.
Una óptima administración del tiempo ayuda a tener una mejor organización, enfocarte en lo estratégico y tener un estado anímico saludable.
La profesora Pretell es Master of Business Administration in General and Strategic Management de la Maastricht School of Management, Países Bajos. Asimismo, es Magíster en Administración Estratégica de Empresas de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Bachiller en Economía de la Universidad Ricardo Palma, en el mismo país. Complementando su formación participó en el Colloquium on Participant Centered Learning (CPCL) de la Harvard Business School en Estados Unidos.