- Viernes, 19 de Mayo 2023
María José Gómez, directora de la Fundación Forge Perú, advierte la necesidad de desarrollar políticas que promuevan la igualdad salarial y eliminen la discriminación de género en el ámbito laboral.
En el Perú, las mujeres siguen enfrentando diversas barreras y desigualdades que dificultan su participación plena y equitativa en el mercado laboral.
En ese sentido, según el Informe Técnico de Situación Laboral en Lima Metropolitana, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), durante el trimestre móvil de enero a marzo de 2023, el 54.6% de la población desempleada son mujeres, ubicando la tasa de desempleo femenino en 8.7%, siendo mayor al de los hombres.
Ante esta realidad, María José Gómez, directora de la Fundación Forge para Perú, Colombia y Ecuador, señaló que este panorama refleja una tendencia preocupante de mujeres que abandonan la fuerza laboral.
“Estos hallazgos subrayan la importancia de abordar las desigualdades de género en el ámbito laboral para fomentar la empleabilidad de las mujeres. Por eso, es necesario trabajar en la eliminación de las barreras que impiden el acceso y avance de la participación femenina en el mercado laboral, así como en la implementación de políticas que impulsen la conciliación entre el trabajo y la vida familiar, la igualdad salarial y la diversidad en los sectores y niveles ocupacionales”, comentó la especialista.
La directora de Fundación Forge señaló que, pese a que se han demostrado avances de la participación femenina en diferentes ámbitos sociales, las mujeres aún enfrentan desafíos en términos de igualdad de género en el empleo como la segregación ocupacional, la brecha salarial de género, la falta de oportunidades de ascenso y la falta de políticas de conciliación entre el trabajo y la vida familiar.
Brecha salarial
En relación al salario mensual que perciben las mujeres y hombres de Lima Metropolitana, el informe realizado por el INEI indicó que el ingreso promedio mensual de los hombres se ubicó en S/ 2067.8 soles y el las mujeres es S/ 1572.7; es decir, las mujeres ganan el 76.1% del ingreso de los hombres.
Es así que la especialista de Forge advierte la importancia de destacar que esta disparidad salarial tiene consecuencias significativas para las mujeres. Les impide acceder a los mismos recursos y oportunidades que los hombres, limitando su independencia económica y su capacidad para tomar decisiones sobre su propio futuro.
“Para abordar esta problemática, es fundamental que el gobierno u organizaciones privadas y públicas promuevan la igualdad salarial y eliminen la discriminación de género en el ámbito laboral. Esto implica iniciativas que promuevan la transparencia salarial, la igualdad de oportunidades de empleo y el reconocimiento del valor del trabajo desempeñado por las mujeres. Además, se deben fomentar cambios culturales y sociales para eliminar los estereotipos de género y promover entornos laborales inclusivos”, puntualizó Gómez.
Más horas de trabajo
De acuerdo a un estudio realizado por Centrum PUCP, las peruanas dedican el 38% de su tiempo a realizar actividades productivas no remuneradas, mientras que los varones solo le dedican un 24% de su tiempo. Esto deja en evidencia la brecha de tiempo que existe entre ambos géneros, lo cual dificulta a las mujeres profesionales afrontar nuevos desafíos en beneficio a su desarrollo.
A este dato se le suma el informe del INEI sobre ‘Brechas de Género, 2022′, donde se evidencia que las mujeres ganan en promedio 27,4% menos que los varones en el país.
Ante ello, Beatrice Avolio, directora del Centro de la Mujer de Centrum PUCP, reveló a Infobae que el estudio realizado ha reflejado datos sorprendentes; sin embargo, a pesar de evaluar diversos sectores socioeconómicos, existe la prevalencia de la dedicación de más tiempo a actividades laborales no remuneradas.
El informe también señala que las mujeres peruanas entre 20 y 29 años destinan, en promedio, tres horas más que los hombres a las labores del hogar.
“Las mujeres jóvenes que pertenecen a niveles socioeconómicos altos (NSE A/B) son también las principales responsables de las actividades productivas no remuneradas, lo cual es consistente con los patrones culturales que asignan a las mujeres tradicionalmente este tipo de actividades, manteniendo la inequidad de género”, expresó la investigadora de Centrum PUCP.