- Viernes, 28 de Octubre 2022
Elaborado por el Institute of Management Development (IMD) de Suiza, este ranking mide la capacidad de 63 países para adoptar y explorar tecnologías digitales. Y si bien el Perú mejora su puntaje en la última edición, no logra remontar posiciones en el listado.
La pandemia ha impulsado el uso de las tecnologías digitales en nuestro país, pero esto no ha sido suficiente para avanzar en competitividad digital. Y es que si bien se han dado ligeros avances en el mercado local, el mundo ha marchado mucho más rápido.
Así lo evidencia el último Ranking de Competitividad Digital Mundial, elaborado por el Institute of Management Development (IMD) de Suiza, en asociación con Centrum PUCP para el capítulo local, en el que el Perú se ubica en el puesto 57 de 63 países.
En este ranking el Perú obtiene un puntaje de 52.1 (dentro de una escala de cero a 100 puntos). Y si bien el país suma 4.8 puntos adicionales respecto a la clasificación anterior del 2021, permanece en el puesto 57, y se sitúa entre los países peor evaluados, por delante solo de Sudáfrica, Argentina, Colombia, Botsuana, Mongolia, y Venezuela.
“El avance que ha tenido el Perú (en puntaje) no ha sido suficiente para escalar en el ranking. En el mundo, la tecnología avanza con gran rapidez; por ello los negocios y las personas deben mantenerse a la vanguardia, aprovechando sus beneficios para ser más competitivos. Y es importante evaluar cómo los países se enfrentan a este reto”, señala.
Pilares que mide el Ranking de Competitividad Digital Mundial
El Ranking de Competitividad Digital Mundial evalúa a los países en tres pilares: conocimiento, tecnología y preparación para el futuro. Y en el primero de estos, donde se mide cómo el país retiene o genera el talento necesario para poder construir nuevas tecnologías o aprovecharlas, el Perú tuvo un “resultado débil”, pese a que avanza 9.5 puntos respecto a lo obtenido en este pilar en el 2021, pasando de un puntaje de 36.9 a 46.3, y subiendo tres posiciones del puesto 59 al 56, según Luis del Carpio.
“Siempre hemos estado mal en este pilar, pero con la pandemia hubo un retroceso en ciencias avanzadas, porque nos concentramos en lo básico. Hay un reclamo eterno por educación y retención del talento”, refiere.
En el caso del pilar de tecnología, donde se mide la competencia en el desarrollo de nuevas innovaciones digitales, considerándose como componentes el marco regulatorio, el nivel de capital destinado a tecnología y el marco tecnológico, el Perú llega a los 41.3, y aunque avanza 3.3 puntos cae una posición, pasando del puesto 58 al 57.
“No tenemos un marco regulatorio sólido enfocado en el emprendimiento digital, en generación de contratos o una legislación que promueva la investigación. Siempre hemos estado débiles en aspectos regulatorios. Y, además, producto de la pandemia y de la recesión dejaron de fluir los capitales de inversión”, señala.
Y en el pilar de preparación para el futuro, donde se mide la capacidad que tienen los países para prepararse para los próximos desarrollos tecnológicos, Perú incrementa su puntaje en 6.3 puntos, llegando a obtener 46.1, pero se mantiene en el puesto 54 con respecto a la posición del año pasado.
“Hablamos de la capacidad de innovación, de desarrollo de tecnologías, de uso de tecnologías de nuestras empresas. Si bien las compañías han dado avances importantes impulsadas por la pandemia, ya que han aprendido y avanzado significativamente, falta mucho más. Creo que en la medida que este impulso se mantenga y se continúen desarrollando aspectos como el gobierno electrónico, la mejora de la seguridad cibernética o el uso de tecnologías modernas en áreas como el servicio se puede seguir impulsando este tercer pilar”, agrega.
La competitividad digital no funciona si los tres pilares (conocimiento, tecnología, preparación para el futuro) no son sólidos. Por ello, para el ejecutivo, “si tienes empresas que tienen ganas de hacer las cosas, pero no tienen el marco regulatorio, el entorno para invertir, evidentemente no lo van a poder hacer. Y mucho menos si no formamos capital e incentivos hacia la investigación. No basta que mejoremos en un pilar, porque seguramente al año siguiente bajaremos si no hay fundamentos que los sostengan en el tiempo”, acota.
La posición del Perú vs. sus pares regionales
Si se ve a nivel latinoamericano, el Perú se encuentra en la cuarta posición del Ranking de Competitividad Digital, después de Chile „que lo encabeza con 66.2 puntos, de Brasil que ocupa el segundo lugar (56.5), y de México que está en la posición tres ( 54.7). Solo supera a Colombia, Argentina y Venezuela.
Luis del Carpio indica que la situación en la región no es favorable, debido a que la mayoría de los países latinoamericanos aún no recuperan los puntajes registrados antes de la pandemia, encontrándose en posiciones al final del ranking.
Del grupo, Chile sigue siendo el líder, pero cae dos posiciones frente al anterior ranking, y se ubica en el puesto 41. De igual manera, Brasil cae una, a pesar de mejorar en puntaje (4.7 puntos). Colombia, por su parte, desciende al puesto 60, una posición inferior que el año pasado, aunque también mejora en puntaje en 3.8 puntos.
“La falta de recursos para apoyar el talento y el desarrollo tecnológico se convierten en los principales obstáculos para que los países de la región mejoren con respecto a la generación de conocimiento y sean capaces de aprovechar la transformación digital al máximo”, comentó.
Por otro lado, los países que sí registran mejoras en posición son: México, que escala una posición (del puesto 56 al 55), sumando seis puntos; Argentina, que sube dos y registra 6.6 puntos más que el año pasado.
Retos que enfrenta Perú en competitividad digital
Considerando los resultados en cada pilar evaluado del Ranking de Competitividad Digital Mundial es importante que el país se enfoque en los puntos claves para seguir mejorando en competitividad digital, un concepto que, según Del Carpio, elimina de una manera más eficiente las barreras o fronteras que pueden existir entre los países.
“Estamos concentrados en lo económico, lo social, pero lo digital tiene que ver mucho con el acontecer diario, mucho más ahora que los servicios se modernizan. Entonces perdemos competitividad frente a países competidores. Es una llamada de alerta”, resalta.
Para el director general de Centrum PUCP, Percy Marquina, tras los resultados del Ranking de Competitividad Digital Mundial, nuestro país enfrenta grandes retos para desarrollar y adoptar tecnologías digitales que permitan al Estado, a los negocios y a la sociedad en general aprovechar sus ventajas a favor de una mayor eficiencia en su día a día.
“Hoy es impensable que el comercio electrónico y las finanzas digitales, con sus respectivas billeteras electrónicas, no formen parte de la vida de un ciudadano promedio. Sin el desarrollo de la tecnología digital esto no sería posible. Es imposible pensar en su masificación si no seguimos trabajando en favor de democratizar su uso. Todavía muchas regiones en nuestro país sufren estas consecuencias, cuyos negocios son los más afectados a la hora de competir en un mercado global”, concluye.
Empresas frente a la competitividad digital Para Enrique Stiglitch, decano de la Facultad de Negocios de UTEC, hay dos brechas importantes que impiden que las empresas en el Perú avancen en competitividad digital. Una es el déficit en el mercado de talento con habilidades digitales; y la segunda, que las propias compañías que tienen el reto de transformarse digitalmente invierten poco en el desarrollo de talento digital.
“Partimos del hecho de que las personas aprenden haciendo, y si las empresas no se están transformando digitalmente es un círculo vicioso. Y aquí también entra el rol de la política pública, debido a que el país invierte muy poco en desarrollo de tecnología”, señala.
En un contexto como el actual, resalta que el país debe ser más agresivo en tratar de atraer a empresas que inviertan en tecnología o incentivar esta inversión local para que se genere competitividad.
“La inversión en tecnología permite que el desarrollo de talento aprenda”, menciona.
Además, agrega que se debe tener en cuenta que en el actual contexto mundial, en el que los puestos de trabajo se transforman rápidamente, desaparecerán más de 80 millones de posiciones laborales. Y estos puestos se van a reemplazar por nuevos empleos, que serán tomados por las personas que tengan las nuevas competencias digitales.
“Si en el Perú no invertimos en tecnología y no se incentiva que el capital extranjero o local invierta en tecnología, no se desarrollará el talento digital y vamos a ser del grupo de trabajadores que desaparece. Y esta combinación de que no hay talento digital, de empresas que no invierten, y el Estado que no hace lo suficiente, no nos da una perspectiva buena. Por tanto, es momento de actuar, y es urgente que se haga”, enfatiza.
Dinamarca desplaza a EE. UU. del primer lugar del Ranking de Competitividad Digital Mundial
A nivel mundial, en el listado de este año se mantiene el “top 5”, aunque en un orden distinto. En el primer puesto se ubica Dinamarca, con 100 puntos (4.8 puntos adicionales), superando y reemplazando a Estados Unidos, que desciende al segundo puesto, con 99.8 puntos (disminuyó 0.2 puntos). En el tercer puesto se encuentra Suecia con 99.8 puntos (crece en 4.6 puntos). Le siguen Singapur y Suiza, en el cuarto y quinto puesto, respectivamente. Ambos países registran un mayor puntaje y suben una posición con respecto al año pasado.
“De este grupo se resaltan las mejores prácticas que sirven como guía para todos los países para mejorar en competitividad digital. Entre las características que estos países tienen en común están: el uso eficiente del talento digital; una adecuada infraestructura tecnológica, que facilita el uso de la tecnología disponible y crear nuevas, y marcos de regulación efectivos que se adaptan a nuevas tecnologías con alta velocidad”, destaca Luis del Carpio, de Centrum PUCP.
De otro lado, la clasificación de competitividad digital de las economías de Asia oriental (China, Hong Kong, Japón, Corea del Sur y Taiwán) cae dos posiciones en promedio, del puesto 13 al 15, lo que marca el punto final de la tendencia positiva que comenzó en 2018. Asimismo, las economías de Asia oriental junto con América del Norte siguen siendo los centros de la innovación digital del mundo. Mientras que Europa occidental sufre aquí un declive.
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